sábado, 16 de julio de 2016

ALT EN LAS ONDAS

Hola guonderguols:

Habemus radium. Hay una radio nueva online, se llama Soy ALT y tiene buena pinta.
Llevamos unos días escuchando su emisión en horas al azar y de momento no han sonado Rihanna ni Los Secretos.

Habiendo tanta gente en los festivales era raro que no hubiera algo parecido. Sólo en algunos programas de Radio3 se refleja esta realidad en el dial: lo alternativo tiene público. Si hasta hay gente que nos lee a nosotros. La audiencia está ahí y aunque sea heterogénea necesita puntos de referencia.

No faltan las habituales cabezas de cartel de festivales nacionales como Love of Lesbian, Lori Meyers, Izal, Supersubmarina o Sidonie, algunas internacionales como Belle and Sebastian, Oasis, Band of Horses,.. pero también tienen su hueco para bandas que están asomando el hocico como Jacobo Serra, Morgan, Iseo.

Así que nos congratulamos de poder tener en nuestros dispositivos conectados a la red un nuevo sitio al que visitar.



P. D. Por cierto ¿qué fue de The Sounds?

sábado, 2 de julio de 2016

Y AL TERCER DÍA SEGUÍA HABIENDO MADCOOL



Ya llegamos a relataros la última jornada del MadCool. Yaaaa, ya sabemos que hace tiempo y que habréis leído crónicas en otros sitios como en Mi Rollo es el Indie o By the Fest pero nos da igual, nuestro toque exhibicionista nos hace plasmar en este post cómo nos fue en el festival madrileño. 

Como en una especie de día de la marmota repetimos ritual para entrar, esperando cola, buscando la cerveza en la barra mientras sonaban los acordes del grupo del escenario 2. Esta vez fue el dúo The London Souls quien tocó bajo el sol de las 18:30. Aunque no llenaban físicamente el escenario (demasiado grande para sólo dos intérpretes), sí lo llenaron musicalmente con su guitarra, su batería y las voces rockandrolleras de ambos que retrotraen a los 70. Los americanos lograron amenizar la tarde y varios de los que estaban allí presentes apuntaron un nuevo nombre para escuchar tranquilamente en casa.


Como si no tuviésemos otra cosa que hacer, marchamos con nuestro flow a saciar nuestra curiosidad con Gary Clark Jr. Gary y su banda mostraron un blues actualizado sobre el escenario 1 para deleite de los allí presentes; gente como entendidos del género, acompañantes de estos entendidos y algún que otro curioso que no entendió el concepto. Nosotros nos englobamos en el grupo aficionado pero pudimos disfrutar del sonido gracias a los comentarios expertos que nos indicaron en qué fijarnos. Antes de quedarnos con qué canción tocó y cuál dejó de tocar, lo gozamos con los acordes del tejano sobre las cuerdas del guitarrón tipo Epiphone. Y sí, también los músicos que lo acompañaron tuvieron un muy buen hacer.

De nuevo iba a haber solapamiento de conciertos, así que mientras pasábamos de largo saludando con la manita a Walk off the Earth en el escenario 2, Woods y DIIV tocaban en los escenarios 3 y 4 encerrados en la Caja Mágica. A su vez Iseo deleitaba con sus ritmos casi caribeños a los que acudieron al escenario 6, prácticamente en la orilla del Manzanares. Sólo llegamos al final,para oir una especie de bossa nova y ver muchas sonrisas en el escenario así como en la pista. 



Desde allí partimos al escenario 5 donde John Grant ya estaba sobre el escenario, y nosotros por tardones tuvimos que verlo desde la grada. Allí estaba el bueno de John con su corpachón ofreciendo Pale Green Ghost al respetable. No nos dio tiempo a más, porque si nuestra presencia en el MadCool tenía una raison d'être era la de presenciar a un canadiense septuagenario que tocaba a más de un kilómetro de distancia. (Y aún teníamos que pasar a por la cena). 

Mientras nos tomábamos un plato tailandés a la carrera, a ese señor mayor con sombrero negro y de nombre Neil Young, le dio por empezar su actuación con After the Gold Rush al piano y Heart of Gold a la guitarra acústica y harmónica de brackets. Aprovechamos este rato para ganar posiciones para poder ver a Neil Young + Promise of the Real darnos un recital. Con la interpretación de Mother Earth al órgano de tubos nos entraron ganas de apuntarnos a Greenpeace. A partir de aquí llegó una fase acústica que dispersó la atención de los menos afines que incluía Out of the Weekend y Human Highway (que no sabemos por qué nos recuerda a Take me Home Country Roads de John Denver). 

En Alabama, hubo cambio de guitarra, (la acústica cambió por una blusera) y se notó. Eso y que la banda arropó a la estrella. La electricidad, los vatios, la emoción y la épica iban aumentando y eso abajo se notaba. Esa fase ascendente tuvo su cima en el cambio de guitarra, de blusera a rockera para Down by the River, durante los ¿quince?, ¿veinte?, ¿treinta minutos? que duró la canción Neil Young demostró que los viejos rockeros nunca tienen artritis. Una delicia que se nos pasó volando. La banda, pendiente del canadiense en todo momento, fue demostrando que también estaban allí, aunque nunca quitaron protagonismo al veterano. 

La archiconocida Like a Hurricane fue aún más emocionante porque se sumó más gente que se sabía la letra, y en el momento cumbre, tuvimos los pelos como escarpias mecidos por una suave brisa. Aún quedaba otro pico emocional que guardar en el recuerdo. Se necesitarán gigas y gigas para salvaguardar en la memoria una Keep on Rocking on the Free World que fue alargada hasta cuatro veces para mayor placer general. Fuimos bendecidos con dos horazas de pura historia del rock que bien hicieron que valiera la pena el precio de la entrada al festival. 

Tras saludar a los privilegiados que vimos esta tremendidad y señalar riendo una pancarta "FUCK DONALD TRUMP" de las primeras filas, nos dejaron el caramelito Love and only Love para digerir lo que habíamos visto. Se demostró quién era la cabeza de cartel, sólo Enter Shikari y Mahalo fueron absorbidos por coincidir completamente sus respectivos conciertos con el de Neil Young.

Pero al MadCool aún le quedaban cosas por ofrecer. Nos decantamos por ir a ver a Ángel Stanich en el mismo escenario donde vimos a John Grant, pero en pista esta vez. Por supuesto, no llegamos a ver el comienzo y lo primero que llegó a nuestros oídos fue la versión de, casualmente, Neil Young Hey hey my my . Claro,  que después de haber escuchado a "el viejo que ha tocado ahí" cualquier cosa con la que lo compararas salía perdiendo. El santanderino, una bola de pelo sostenida por dos patas de alambre envueltas en pitillos,fue consciente y enseguida pasó con su repertorio. Nos costó saber si llevaba gafas o no. También nos costó un rato ver al batería, ya que con la máquina de humo se pasaron tres pueblos. No faltaron temas como Mezcalito, Carbura o el colofón Metralleta Joe, durante el cual bajó al foso, a pesar de la altura del escenario.  

Como ya no llegábamos a ver a Biffy Clyro, nos pasamos por el escenario 4, donde la sureña Ben Miller Band aún no había empezado su actuación. Tuvieron problemas técnicos y se realizó una prueba de sonido con el grupo en el escenario y el público en pista. Afortunadamente se pudo comenzar el concierto. Curiosa banda ésta en la que cada integrante es multiinstrumentista: violines, banjos, bombos, panderetas, hasta un teléfono, un bajo hecho con un barreño, un palo y una cuerda, pasando por una tabla metálica golpeada por guanteletes. Aquí una muestra. Tanto nos molaron los americanos que se nos pasó ir a ver a los escoceses en el escenario 2.


Con calma nos tomamos volver al aire libre, donde Two Door Cinema Club, (a partir de aquí los tu-dor) nos esperaba. Desde Sleep Alone hasta Eat that up it's good for you demostraron a nuestras piernas que el festival iba pasando factura y para ratificarlo nos dieron otra sesión de baile en el bis con What you know

Aquí ya sólo quedaban dos opciones para cerrar el festival. Ver a Capital Cities o una muestra más del fagocitamiento del Sonorama por parte del MadCool como fueron Corizonas. Como los oyentes calientes tenemos pensado acudir al festival arandino, elegimos por descarte a los californianos. Éstos se marcaron una sesión de baile con versiones de temas ajenos como Nothing compares to you o Staying Alive (la de Bee Gees, no la de Pearl Jam) y temas propios como Sold my bed but not my stereo, Kangaroo Court y Safe and Sound. 

Hubo una tercera vía para disfrutar el cierre del festival que fue subirse a la noria, ésa que al principio todo el mundo creía decorativa, por unos módicos tres mads (moneda oficial de MadCool con una equivalencia con el Euro de 1 a 1). Vamos, que tres euretes el paseo en noria. 

No tuvimos problemas en la salida, ni atasco, ni esperas demasiado largas en los buses, ni nada. Igual tuvimos suerte.




PD: Volveremos el año que viene, pero con refuerzos para poder contar más y mejor. ¡FES-TI-VA-LA-ZO!