Ya dentro, y al cabo de una hora, aquella menina caprichosa, salió sigilosa y se quedó inerte
durante casi toda la actuación, apenas moviendo los ojos para seguir el guión
de canciones (lo publicaremos a continuación) como los cuadros de las casas
encantadas, pero sin observarnos, mirando al infinito. ¿Una pose? Qué más da,
es nuestra opinión de mierda. Mejor será ceñirnos a explicarlo, sin hacer
ningún juicio.
Sale y la gente grita. Ella va flamenca, menina, como
mencionamos, y nos habla de maricas, de muertes estúpidas frente a ponentes, la
gente no está calentita menos algún ultrafán… pero ya llegaremos al momento
del subidón. TAN LEJOS Y TAN CERCA del último disco, casi todo vamos, cada canción acompañada de un vídeo que lo
clava en tiempo, en tiempo nuboso, en tiempo huracanado, en tiempo de volcanos,
muchos animales como osos o aves tuertas del MUSEO DE HISTORIA NATURAL, o simplemente tupés noventeros y mullets ochenteros que tuvieron
MIS AMIGOS antes de venirse abajo el día que su jefe los echó del trabajo por
hacer patatín patatón, como vomitar, y antes de fallecer.
Después de que JOHN CAGE nos recomienda estarnos quietos sin
ningún éxito dado a los pogos que nos formamos durante muchos momentos críticos;
zapatillas despedidas, pelucones de piñatas rodando por la sala y empujones de
juego, se quedan los dedos de los cuatro magos haciendo carne picada sin parar…
la menina nos deja vacíos sin despedirse y aparece una gladiadora elfa narrando
MALAS TIERRAS. Siguen los vídeos de señoritas que se dan chapaditas en el
culito mientras parecían pensar ME GUSTA QUE ME PEGUES, pues nos pegamos sin
que corra la sangre por nuestras caras, no llegamos a tanto, aunque nos
quedamos con la euforia.