¡¿Qué hay de nuevo mamarrachers?!
Esta vez, sin avisar, nos metimos en Fotomatón, bajo
la Trece Rue del Indie, para ver a A
JIGSAW, un grupo alternative-folk de la escena portuguesa. Habiéndonos
tomado antes la cañita/tapa de precalentamiento necesaria en el bar que tocaba
cerca, el CANDI, bar de viejos de rigor, en menos de un minuto nos plantamos
ahí.
¡Eh! ¡¡Que hay que pagar 8 pavos!! Veeenga, vaaale, ya tiene que
estar bien el asunto… de sobra mereció la pena. Entramos y se está tranquilo, la
gente justa. La verdad es que no sabemos muy bien por dónde nos va a soplar el
aire. Habíamos escuchado algo y pensamos que la noche sería tranquilita
tendente a la depresión, pero ¡cómo cambia este grupo en directo, meu Deus!
Nos comienzan a envolver en el ambiente mágico
que van creando con Make Straight the Way
en el cual tiene mucho que ver la voz de João Rui, con su tono penetrante,
mirada penetrante, presencia penetrante, en general podríamos decir que es un
tipo muy penetrante (abierto a interpretaciones). Es con la próxima canción Black Jewelled Moon cuando nos damos
cuenta de que cada miembro y miembra de la banda lo están dando todo, cada uno
con un estilo personal diferente pero que se enmarcan en el mismo cuadro y es
lo que hace que le dé riqueza al grupo y nosotros lo disfrutemos cada vez más.
Con Red Pony la
cosa se pone seria. João saca sus braquets armónicos y Paula Nozzari, una batería
cañera, deja sus cepillos y nos sorprende a todos con la música que crea tocando
una tabla de lavandera de su abuela que da mucho buenró. Nos siguen hablando de
la muerte, el amor (o no), de las rosas y los demonios… ya estamos
hipnotizados, y a puntito de ponernos a bailar el waltz de The Strangest Friend. Pero casi lo más hipnótico es el movimiento de
Victor Torpedo, el guitarrista, también voz cuando es solista, cuando toca como
una hélice inherente a su estructura. Recomendamos Clockwork de The Walks donde colabora este
artista porque nos da la gana y nos mola.
Se acerca el final… Cuando todos estamos ya envueltos en las
historias dramáticas del narrador y cantante, el grupo se va y vuelve con His Secret que los encumbra hasta el
éxtasis. Con esta última, la banda, el público, todo el bar se viene arriba y
nos dejan con muy buen sabor de boca. Tanto, que el merchandising próximo, incluyendo
los discos de Victor Torpedo foreveralone, vuelan como colibríes de la sala. Les dio de sobra para la gasolina a Coimbra y volver.
En general para nosotros fue una de esas noches en las que
no te planteas expectativas y te vas a casa con un conciertazo en la retina. Se
nota cuando un grupo se distingue, crea algo que los hace destacar, disfrutan
con ello y hacen disfrutar a la audiencia. ¡¡ Recomendadísimos A JIGSAW !!
Para no perder las buenas costumbres, aquí tenéis la
SET LIST; ese preciado tesoro de los ultrafanes entre fanes y flanes.
P. D.: Portugal, twelve points !!!!
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