sábado, 14 de mayo de 2016

BLUE-GRASS COUNTRY NIGHT

Hola bobibrauns:

Seis de mayo: la noche es oscura y cae una lluvia intensa en un lugar alejado de la gran ciudad. No, no estamos en el comienzo de Rocky Horror Picture Show. Estamos camino de El Boalo; pueblo de la Sierra de Madrid en el que la estatua más representativa lleva un paraguas. ¿Que qué hacemos aquí? Pues nos hemos acercado a la sala Y YO QUÉ SÉ a ver a la banda pamplonica Jo & Swiss Knife.

Con un clima tan poco apacible y con la poca antelación con la que se anunció el cambio de ubicación del bolo, la audiencia fue escasa. Así que tras un improvisado meet and greet que retrasó la actuación, la banda se puso sus respectivos trajes de faena, que incluían petos, calzones de cuerpo entero, sombreros de paja, gorros con cola de mapache y botas vaqueras.

De esta guisa los cinco integrantes de Jo & The Swiss Knife subieron al escenario donde les esperaban sus múltiples instrumentos y, a pesar de lo desalentador de cómo estaba la pista, ofrecieron a los pocos presentes un espectáculo más que digno.



Presenciamos un concierto de blue-grass (es un estilo musical, no algo que se fuma) con canciones que recuerdan a whisky de maíz en barricas con varias equis. Por si quedaba alguna duda de qué iba la cosa, la actuación comenzó con una interpretación del clásico Rabbit in the Log que nos dejó un alto nivel de redneck. Seguido por The Train I just can't jump in, la primera muestra de la factoría navarra y una versión animada de Got me a woman de Levon Helm.

Con Seen Double descubrimos que el percusionista (quien toca de pie y con los pedales del charles y del bombo se puede marcar una clase de spinning sin despeinarse) también hace de vocalista. Tras la balada La de Buckley llegó You'll always be Free: uno de los grandes temas de su disco Music from Small Pink, en los que se muestra que son una banda conjuntada y bien integrada. En el vídeoclip tienen una curiosa censura (ésta la buscáis, ¡¡cacho vagos!!). 

La velada siguió con Laundry Room (The Avett Brothers) y Crown of Daisies. Éste para nosotros es EL TEMAZO del grupo. Toda la percusión fue hecha con dos cucharas de madera. Nos encanta y nos lo sabemos de memoria (o casi)Nos dejó con buen sabor de boca. Eso y la ronda de chupitos varios a la que invitó la banda a tooooodos los presentes.



A este despliegue de su propia creatividad le siguió una fase de versiones que mostraban sus influencias tal y como fueron Down South in Orleans (Bobby Charles o The Band), Will the Circle Be Unbrocken (Johnny Cash & Family) y Sweet Amarillo (más parecida a la de Old Crown Medicine Show) una lentita para bailar arrimados, en la que destaca el violín que evoca a bailes de granero.

Tras esta exposición de música de otros lugares y otros tiempos, Jo & Swiss Knife volvieron a la carga con canciones propias como la saltarina Little Girl from Virginia o la más íntima Hey Nena. Los cinco músicos ofrecieron su interpretación de The Weight de The Band y la multiversionada y poco conocida por estos lares This Train is Bound for Glory. Con un yijaaaaa gritado comenzó la divertida 8 Dogs 8 Banjos con su diálogo de vocalistas (al que cambiaron ligeramente la letra) que hizo a la audiencia saltar en círculos mientras enlazaba sus brazos con el compañero de al lado. Pero como todo, hasta los conciertos de Jo & Swiss Knife acaban, y la despedida nos la dieron con Don't want go Home tras casi dos horas de espectáculo.


Un concierto semiprivado muy divertido de una banda que por méritos merece más atención. Si alguna vez paseáis por la calle, fijaos en los músicos callejeros, puede que os los encontréis divirtiéndose y divirtiendo al personal, así los conocimos nosotros.


















P. D. : ¡¡Que la carreta no pare!!

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